La primera clase fue la presentación de la asignatura “Enseñanza del Entorno Natural”. Al principio nos daba la sensación de que iba a ser una asignatura algo profunda y bastante trabajosa, pero cuando se dijo que no iba a haber examen... ¡nos relajamos bastante!. Nos llamó mucho la atención el enfoque que se le dio al tema que estábamos tratando en clase después de realizar el “bingo”.
El bingo nos pareció una forma original de conocernos, ya que no nos obligaba a auto-presentarnos de la manera que siempre se ha venido haciendo, poniéndonos en pie y diciendo cuatro cosas de cada uno. Al principio pensamos que no iba a dar resultado porque nadie se levantaba y tampoco teníamos pusimos mucho ímpetu en hacerlo porque no conocíamos a la mayoría de la gente, pero después de unos minutos, nos animamos al ver a los demás preguntando por ahí y pensamos que por lo menos eso sería más divertido que permanecer sentadas a la espera de que volviera la profesora.
Otra cosa que nos llamó la atención sobre esta actividad, fue que a la hora de encontrar a alguien a quien le gustara visitar museos o exposiciones, nos resultó algo complicado y tampoco había muchas candidatas o candidatos que se sacrificasen a admitirlo, a ser señalado por la mayoría del grupo que, evidentemente,
no compartía esta afición. (Vamos, que pensamos que al principio la vergüenza siempre se apodera de nosotros y que no solemos decir todo lo que pensamos o hacemos por temor a lo que puedan pensar los demás)
De todas maneras, este tipo de ocio es una forma de diversión bastante que muchos deberíamos aplicar a nuestras vidas, porque además de pasear y conocer cosas novedosas, también estamos ¡alimentando nuestro conocimiento!
Nos ha parecido una actividad muy interesante y poco a poco, iremos conociéndonos mejor
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