Hoy realizamos en clase una sesión especial, con la visita de una antigua alumna que realizó su TFG tomando como tema central un itinerario didáctico por el Parque de María Luisa. Viene a contarnos su experiencia: qué ideas la llevaron a realizar ese proyecto, cuáles fueron los pasos necesarios para llevarlo a cabo, qué tipo de actividades realizó, etc.
A lo largo de la sesión fue exponiendo una presentación en la que pudimos ver cómo se desarrolló su actividad didáctica, con imágenes y vídeos. Esto nos resultó muy positivo y alentador, pues para nosotras fue un testimonio que nos hizo ver que todo lo que pensamos para nuestro proyecto, puede tener una aplicación práctica para el día de mañana, demostrándonos que es posible llevar a cabo nuestras ideas y desarrollarlas. Así, podemos mirar hacia la unidad didáctica que estamos desarrollando en estos momentos, cuyo tema central o recurso didáctico natural es el mismo parque de María Luisa, con un sentimiento de practicidad, de forma que todos los trabajos, las investigaciones y los esfuerzos que estamos realizando adquieran un sentido y tengan una finalidad concreta y aplicable. Nuestro propio proceso de aprendizaje se vuelve más motivador gracias a esta visita.
Esto también nos hace pensar sobre la necesidad de la cooperación entre nosotras, el compartir entre todas nuestras ideas, actividades... pues así, podemos enriquecer nuestras mentes con los aportes de las demás compañeras y viceversa, trabajar en equipos más amplios (más allá de nuestro “grupo de 4 o 5 compañeras”). Si promovemos esta actitud colaborativa, a la hora de desempeñar nuestra futura labor docente en los diferentes centros, estaremos más capacitadas y contaremos con una mayor empatía y tolerancia para llevar proyectos de centro conjuntamente con nuestros compañeros y, en definitiva, para conseguir un estilo de enseñanza más democrático y completo.
Además, nos llamó la atención la forma en que esta antigua alumna enfocó la manera de llevarlo a cabo, mediante la inclusión de su proyecto en La Fiesta de la Historia, teniendo en cuenta que esta iniciativa no contaba (y para la edición 2016 tampoco cuenta, según lo indicado en su web) con una sección específica para Educación Infantil. Nosotras no conocíamos esta iniciativa, y gracias a este trabajo, disponemos de más recursos para llevar a cabo nuestras actividades en un futuro, y al mismo tiempo tenemos un ejemplo de cómo se debe ir introduciendo la Educación Infantil en los programas de las diferentes organizaciones culturales, dándole la importancia que merece a esta etapa educativa, reivindicando su lugar en la cultura y en el ocio de nuestra sociedad.

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